viernes, marzo 8

Hasta siempre.

No tengas miedo, cachorro americano:
un león ha muerto. Pero quedan otros
en el incierto páramo donde habitamos.
La selva del Norte es calculadora y fría,
pero nosotros tenemos la astucia
y valentía, de saber defendernos,
de descender con nuestros ángeles
al mismísimo infierno y hacer tronar
el escarmiento. Y castigar la cobardía.
Lloraremos desde el fondo de los tiempos
la ausencia de los grandes, no con solemnes estatuas,
no con fatuas honras que no llevan pan
al pueblo, sino con la lucha y la palabra,
con el històrico ejemplo que persiguieron
ellos, liberando al intelecto de la masa,
para que cada cachorro americano
viva para siempre en su bandera
para que siga siendo primavera
en la tumba de los héroes que no pasan.
Eso si, cachorro americano:
aprende a buscar en la manada
los olores que coinciden y te marcan,
no vaya a ser que te confunda una corona,
o la mentira que al águila desmorona
te lleve equivocado a otro sendero,
aprende del cachorro verdadero
que cuando muere el león:
sigue a la leona...

jueves, octubre 7

Extraño

Extraño. el hecho de sentirme extraño, a través de estos años de no haberte sentido. De habernos conocido, tanto... y tan poco. Extraño el loco revolotear de mi teclado cuando asomas, como paloma pasando lejana a cualquier mañana lejana que me aleja de tus hombros. Y pienso en el asombro de intentar mirarte, en el sueño distante de tu boca perfecta, en mis palabras que imitan poetas, en todas las cosas que noches embriagadas de confidencias nos hablamos. Vos tan lejos del cielo de mis cosas, yo tan cerca del infierno por no verte, por saberte tal vez, en otros brazos, acaso así será mejor. Duele el amor cuando estás lejos, intentaré algo más dificil que el olvido, intentaré el reflejo de tus hombros mirando sobre los míos, llenos de paciencia. Quizás no pueda y entonces, me podrán los bronces de palabras fatales y esconderé esos males imaginando tu presencia. Abril está cada vez mas lejos: debo resignarme a la memoria: mi mente lo obliga y mi corazón se niega... paciencia...

viernes, septiembre 10

Abril y todavia...

Abrilito davia naufragando las costas de tus hombros permanezco en el asombro de las noches lejanas, soñando en tu ventana. Inmune a la porfía de resignar un beso...en el exceso de mirarte quedandome callado, sólo por el hecho de sentirme a tu lado, de atravesar tu cuarto en imágenes paganas, de sentarme en tu ventana a cuidar tu sueño pretendiendo ser el dueño de tu piel callada, oyendote respirar en cada madrugada intuyendo tus miedos y calmando tus ansias: sólo con palabras. Abril y todavia, nosotros tan lejanos, esperando ese barco repleto de besos, amarrados al exceso de soñar despiertos, y aun despues de muerto, soñaré con tus hombros, salvajes, inocentes y en ellos, simplemente, me quedaré despierto hasta saber donde estaremos: si contigo en aquel cielo... o sólo...en este infierno.

viernes, abril 23

Dream is over

La nunca bienvenida despedida, la más temida, la de alejarme de tus hombros, la del asombro presentido y contenido en noches desveladas esperando el momento, arañando el intento de retenerte y mintiendo... siempre mintiendo, a poco sabiendo, que esto llegaría. Esquivando a la porfía de la pequeña voz que me decía: no volverás a verla...solo que no insistas. Y siempre el miedo. Acechando en cada tecla sangrando de recuerdos (una mañana luminosa) (una tarde de ensayos), (una noche imborrable)... tan distante como amable, pero en otra cosa. Y yo. Callado. Esperando el indomable encuentro. Convirtiendo el centro de la espera en gajos de ilusion intentando armarme el mundo de tus hombros. Que penosa imagen. Me quedo una y mil veces con las secretas charlas, de largas confesiones, de desuniones y distancias, sepultando las ansias de nunca mas mirarte, embobado. en aquella pantalla feliz de reflejarte y adivinar siquiera, que no poder tocarte suple al olvido, aunque, como al descuido. alguna vez intente abrazarte.

miércoles, septiembre 2

Palabras que hieren

Látigo y ceniza, tus duras palabras que horadan la calma de las cosas perdidas y en la brisa del reproche irremediablemente suspendidas , y en los orificios de los ojos atónitos y que en las frases hirientes nadan a su antojo ignorándonos y así y todo se atreven a anunciar las despedidas. Un insulto, luego la calma que presagia la frase que desagia la magia y el indulto del beso que se desvanece en la distancia. Trágica, la innombrable palabra se ahoga en el vino del perdón y el desatino arrepentido y pienso (desearía no estar aquí, contigo). Pero el amor puede más. Y sigo. Con la cotidiana música de tus caderas y todo lo perdonas y todo lo perdono, en la enredadera perfecta de la noche de sábanas y perfumes conocidos. Al abrigo de los besos somos otros, (o somos nosotros, nunca lo supe) nunca horadé en el miedo de no tener tu piel desnuda y el destino no se atreve a revelarme el secreto perpetuo de porque no podemos querernos como todos, será nuestra suerte, entonces, la ruleta muda: amarnos hasta morir y luego de muertos amarnos distintos, (como ahora) vaya uno a saber.

Amándote

Un cavernario silencio que gotea historias y lunas marchitas, adorna mis pensamientos. La vorágine acomete con ciega furia la identidad de mi ser, tambaleante mi figura pretende ingresar a la historia futura y no lo consigue. Soy una playa desierta de huellas, la sal blanquea mi corazón y es entonces que la espuma de mi sueño abrigo en mis manos temblorosas de canciones. A veces el sol se levanta cauteloso sobre mi horizonte marino y gruesas y oscuras nubes preceden a la tormenta que aleja los pájaros encendidos de trinos y fatales maldiciones. Incansable destino vuelve por mí con sus lágrimas de hielo adornadas de amianto. Una canción llorosa y solitaria desgrana la efímera y eterna guitarra del cansancio: tal es la melodía gris que soporto con aire distraído. Dragones tornasolados vigilan el castillo oscuro de mis sueños de paz, la luna se recorta y no me olvida nunca, al salir tan triste para que llore junto a ella en lágrimas de versos hambrientos y tristes despedidas. Una niebla pesada y tranquila guía mis pasos que percibe la húmeda presencia de una sonrisa distendida entre tus brazos inalcanzables de lejanías. No arruinaré tus días felices contagiando con el ajedrez derrotado de mi dicha la caricia que puso ser amante y es desdicha. Un río escarlata recorre mi mente serpenteante y huidiza regando de mente las olvidadas flores que alteró una mujer cuyo nombre pudo ser Penélope y se llamó Cleopatra. Tenía de orgullo la lentitud desesperante del que espera y de ostra la capa pérfida de sus labios que envenenan. Un caballo ruidosamente negro me cruza el pecho con sus ollares rosados tibios del frío de la mañana y mi mano no alcanza para detener su marcha furiosa y prepotente, mientras el tambor de sus cascos mantiene alerta a los centinelas de la madrugada. La noche se desviste con parsimonia y cuelga sus vestidos arrugados sobre los campos desiertos de la luz del día: infeliz la lluvia busca sus manos y mis sentidos. Ahora es tiempo de llorar: llorar, porque te has ido.

Amor de teclado

Te siento acechando en la sombra con tu costumbre que me asombra, y me veo desamparado, de tu voz, de tu llamado, de ese atroz naufragio de la fiebre de saber que estás: mirándome y no me nombras. Apuremos el vaso del cáliz derramado de despedirnos y seremos cansados amantes de un amor inexistente, despidamos para siempre esta sonrisa con velos, dejemos los celos de saber a quien le debemos algo... En el ego de intentar besarnos aún a la distancia, la libertad son las ansias del teclado que nos mantiene lejanos, nosotros: en un costado, llorando sin lágrimas esta vulgar manía imperfecta de abrazarnos, mírame: ahora que el cyber esta lleno y nadie se fija en lo que alrededor pasa y la pasión es simplemente... este beso abandonado...

miércoles, junio 10

La sentida ausencia

Fuiste la mirada calma, el volcán callado que presumía el enojo, el antojo de de un mundo soñado en las largas charlas de histórica justicia, con la férrea avaricia de guardar con vos aquellos ideales que compartimos de a dos, entre mates largos y fuegos sagrados. Fuiste un hombre extraño (y quedamos pocos) de aquellos soñadores, que se vuelven locos con sagradas utopías, cuya única Biblia fue la voz de la calle, con un traje al talle que hablaba de hambre, de pobres, de villas. Fuiste un buen amigo para los que sufren, y un mejor enemigo para los envilecidos, para los canallas, para la oscura laya de uniformes y gritos, a ellos, desde el infinito los perseguirá soñada panacea: la quimera de Atilio, en donde no haya pobres, donde a todos nos sobre…comida e ideas...

lunes, marzo 30

OCEANOS EXTRAÑOS

(versos para que lo lea una mujer lejana mientros miro llover) Como dos extraños, tan lejos y tan cerca,

en la terca resolución del destino que ha puesto tu vino

lejos de mi vaso, que ha puesto tu abrazo en el desatino

incólume de perder tus pasos,

que ha conseguido que esté triste cuando nadie me escucha,

que ha convertido en lucha el intentar besarte

que ha llenado de viento mis venas vacías del regazo

doloridas tras tus besos nunca dados

y sospechados ardientes y llenos del ocaso

de estas lágrimas que escuchan en las noches

el sonido de tus pasos.

Como dos extraños, tan lejos y tan cerca,

apoyados en la alberca húmeda que refleja nuestros espejos

despavoridos al inmenso dolor de esta mentira

que nos trasmuta y gira

odiosa de infortunios, con un sorprendente plenilunio

de versos angustiados y de gritos en silencio,

con un dejo infinito de amargura

que coloca las figuras de extrañados besos

donde nuestras bocas no alcanzan, donde danzan

los nocturnos deseos y precisamente donde no me atrevo

a clavar mi lanza.

lunes, enero 19

ENAMORARSE DE ABRIL

He cometido la desazon de amarte lejanamente, aunque ya no te sonrojas, ahora solo se enojan tus hombros al leerme, y quedo en la inerme vaguedad de tus palabras, esperando que abras esa puerta que permanece cerrada, esperando por las hadas de tu piel, que borren la hiel de la herida salada y que intentes comprenderme. Temo perderte. Y aun así insisto y me resisto con lo que mis labios pronuncian las contadas veces en que puedo verte. No sabes, acaso, que aprendí a quererte? Que ni importa lo lejos de tus hombros? (los desnudo sin que sepas y acaricio mi suerte) Que ni importa que no me quieras tanto? (conozco el desencanto de amar desde lejos) Que ni importa que casi no nos veamos? (grabé en mi retina cada ir de tus caderas) Que ni importa que no creas en quimeras? (son cada sueño que vive en tus espejos) Será este Abril tan lejano que casi lo presiento, y me miento tomado de tu mano, desafiando al arcano y apretando los labios, me sueño de repente, perdonado y cercano, aunque tal vez los años, nos conviertan en extraños, nunca mas los dueños de este amor lejano, que me torna inconsistente y descubra, de repente, que el sueño ha terminado y el camino de tu mano, torna en precipicio donde queden los resquicios de este anciano equivocado...

domingo, noviembre 9

Abril de tus hombros

“ Los sueños no se dejan, a veces creemos perderlos pero es solo que ellos nos dejaron.”

Quizás el viento del sur que no conozco

te haya atrapado la risa, o la brisa

haya despeinado tu largo cabello , tal vez sean ellos,

los duendes del frío y del asombro

los que anidan tus hombros

los que han dado al hastío de esperar tu regreso,

colmándote de besos la frente que adoro,

y yo en el desdoro

solitario de aprender el abecedario

para decirte que también te extraño,

tú tan lejos y yo :

el lobo estepario que no entiende razones

para decir tontamente que me he enamorado.

A ti te pasan ciudades,

Y a mí me pueblan los recuerdos atravesados de abismos

y soy yo mismo quien alimenta sus noches,

en el lento derroche

de ternuras adormecidas he vivido mi vida y amanecido mis noches,

desde el punto de partida de tus ojos

he reunido los antojos en pretendidas fantasías

y también he recordado como ahora,

aquellas deshora invisible donde estaba vivo

y no era como esta noche,

en que para dormirme necesito de tus besos

sin ausencias no reproches: solamente estar vivo.

Empalidecerán mis sábanas angustiadas de no verte,

vendrá tal vez la muerte buscándome el alma y

en la recobrada calma del ultimo instante,

haré con infinita paciencia,

un paso fugaz por las vidas pasadas,

recobrando en el ultimo minuto tu imagen adivinada,

con la ventana abierta al viento de esta noche,

cuando todos los nuestros duermen

adivinando tu tristeza y saboreando mi ausencia.

Lejos de abril

Hoy te he escuchado. Fascinado.

Soñando mientras me hablabas y estando

tan lejos. Adivinando el reflejo de tu pelo

y harto de los celos que me dicta la almohada.

Con la nada entre mis manos que adivinaban tu cuello

y con el perfecto beso que aún resuena

y que me embriaga de distancias y de sueños.

Hoy te he escuchado. Sabiendo que lo nuestro

es muy extraño. Sospechando que los años

y el amor vivirán quizás al calor de los recuerdos

que alimentemos, porfiadamente enamorados y necios...

intuyendo en el perfil de un abrazo dado

a nuestra sombra, a un nombre que todavía no te nombra,

a un malhadado destino que nos aleja

haciéndonos creer que nos acerca.

Hoy te he escuchado. Fascinado.

Y aún lo recuerdo.

Noches y abril...

Andaremos la vida con una enorme sábana,

con las manos ancladas detrás de algún adiós,

no tendremos la voz angustiada de esta despedida,

en cambio tendremos la vida subida

a la garganta y la luz que espanta

las horas vividas será la estrella que nos pierda a los dos...

Acudirán en tropel a mi boca tus besos,

ahogaremos regresos

con caricias amantes, ya no seremos los aquellos distantes

que una vez se extrañaron,

seremos los avaros de la mirada indiscreta,

cuando quietas las manos en regazos dormidos,

hayamos vencido al fantasma del pasado

y el viento de tristeza no agite las veletas.

Quien en la angustia del camino encrucijado?

Solo mi alma y la faz borrosa de tus besos idos...

Quien en los gemidos de la derrota y cansado?

Solo mis palabras en el viento escondido...

Quien en la alta noche soñando con tu abrazo?

Solamente mis brazos inútiles extendidos..

Quien para escribirte esta noche sus versos?

Un oscuro poeta que tal vez habrás queriido...

martes, junio 17

LA JAULA Y LOS SUEÑOS

OTRA VEZ LOS BUITRES DEL PASADO, SOBREVOLANDO EL CUERPO DE MI PATRIA NUEVA, ESPERANDO QUE LLUEVA EL ABANDONO DE LOS SUEÑOS. OTRA VEZ LOS DUEÑOS DEL FUTURO, CON EL ALIENTO OSCURO A VOZ EN CUELLO QUE DESARRAIGA LA MEMORIA, CON LA VIEJA HISTORIA DE MIS HERMANOS INDIOS, DESPOJADOS DESDE EL LATROCINIO DE FUSILES, ALAMBRES Y ATROPELLO. OTRA VEZ LOS BUITRES DEL PASADO, QUE NOS QUIEREN QUITAR LAS ESPERANZAS, QUE ACUERDAN EN LAS NOCHES EL DERROCHE DE MESAS BIEN SERVIDAS, HARTOS DE COMIDA Y ABUNDANTES PLACERES, CON ELEGANTES MUJERES DE MIRADA COMPLACIENTE, QUE RIEN ENTRE DIENTES MIENTRAS MANOS HAMBRIENTAS SUPLICAN Y PREDICAN QUE COMPARAN CON MI GENTE. OTRA VEZ LOS BUITRES DEL PASADO, DETRAS DE DISFRACES QUE NO OCULTAN SU AVARICIA, BLANDIENDO LA MALICIA Y ESCUPIENDO AL COSTADO, AVANZANDO SOBRE GOLPES, CON EXTRAÑAS LENGUAS, Y NOSOTROS, (NOS LOS OTROS), JAULA EN MANO: ESPERANDO QUE VENGAN....

jueves, mayo 8

Abismos

Me pueblan los recuerdos atravesados de abismos y soy yo mismo quien alimenta sus noches, en lento derroche de ternuras adormecidas durmiendo mi vida y amaneciendo mis noches, desde el arrullo de ensueño de partida de estos ojos, reuniendo el antojo en pretendida fantasía y también he recordado como ahora aquellas horas, furtivas de poesía: no como esta noche, en que para dormir necesito de este verso...y tu reproche, donde el destino se empecina en hacernos ver curiosos destinos de mañana y del ayer, tal vez sin saber que nos condena a veces al amor, a veces al vino, pletórico de encuentros y de amargo querer, pretendiendo ver aquello que tal vez ha desaparecido pero volverá una tarde, decidido y con forma de mujer.

lunes, febrero 18

Lejanías

Será invisible la sonrisa tenue, será indeleble mi piel a tu caricia, será la delicia de mis ojos verte doblar benditamente aquella esquina, borrando los enojos de la entrevista partida, dejando solamente los despojos de un inútil alejarse para volver a darse, enteramente, con el sueño impenitente de un horizonte nuevo y a mi antojo. Entonces serán mis sueños la ofrenda prometida y seremos felices dueños de nuestra piel encendida al alboroto del alba perdiendo enteramente la calma y las promesas hechas en endechas arrepentidas, escribirán en el papel del alma nuevas palabras de amor en nuevas tintas, para decirnos, esta vez sin las distancias, que tu desnudez y nuestra sábana han ganado la partida. Desatentos de amor estaremos un día, vendrá la desconfianza sembrando sus dudas, sentiré la dulzura de tu abrazo lejano y diré al arcano que son amarguras.. Mujer: nunca esperes a mis sueños, que desatentos se inspiran dueños de otra cintura, más vale la solitaria altura que anidará en el silencio de ese momento, cubriendo la espesura de fatales tormentos, que son la deuda impagable: que debemos al silencio y a todas nuestras dudas.. Desatenta de amor la felicidad es solo un viento, un viento errante que me besa y huye, la felicidad me intuye en esa esquina y dobla! la felicidad son las horas que estuvimos juntos, la felicidad es un asunto que ocupa nuestras horas, la felicidad eres tu cuando me añoras, la felicidad soy yo: cuando te pienso...a solas en mi mundo. No cambiaré el camino de mis ojos por más que lo pidan tus lagrimas saladas, antes la nada de no tenerte que pretenderte lejana y fría, sobradas muestras de dolor ha dejado en mí la porfía de esta cicatriz punzante de eternas despedidas... como para pretender cabalgar la húmeda geografía de besarnos impasibles... como si el mundo no existiera y el imposible de la vida alcanzara son solo abrazarnos, haremos un maldito paraíso del bendito infierno de tocarnos, y resucitaremos el sueño de pieles nocturnas con solo soñarnos...inocentes y lánguidos. Vendrás con esta lluvia y otras más, estarás en mi mente de recuerdos ausentes, anhelando la paz de tu cintura, con la segura bienvenida del agua que no cesa y rondaras mi cabeza, como entonces, en el bronce eterno de mis manos que extrañan tu belleza... Irónicas voces me dicen que te deje, que me aleje ahora de la hora de tus besos pero preso sigo de tu recuerdo incierto y pretendido de que vuelvas, pero en esta selva me siento libre y cautivo, por eso sigo, detrás de los barrotes de pretender tu presencia. Tarde o temprano, alborotarás mis ojos con la luz de tu ausencia, desbaratarás de ciencia mis antojos de tristeza y en la noche que empieza, pondrás telón de besos al embeleso mágico de mirarte cuando duermas...

jueves, enero 31

Eso de vernos...

Inexorable, la furia de la lluvia cae impermeable a los sentidos y he decidido esta tarde, (muy a mi pesar), comenzar a pensar... en extrañarte. En recordar tus ojos, morenos y grandes, y tu sensible imagen cuando pude tenerla. y tus labios con perlas que me sonrieron antes, atreverme a soñar que te tuve a mi alcance, en el fugaz segundo de tus hombros distantes, en la cómplice sonrisa de la común unión de dos almas. O en la calma que nos daba saber: que estábamos, que nos veíamos, que nos creíamos sin necesidad de tenernos, solamente de pensarnos, de pensarnos lejanos. Lejanos y amantes. Entonces decidí regalarte estas alas, para que vueles, donde me recuerdes. Para que la imagen desborde de sueños los hombros impenetrables de mis ojos, en el acérrimo antojo de intentar el encuentro, mientras el vino lejano del beso nunca dado, me llene las manos y el alma, de la ansiada calma de haberte tenido, por una vez, frente a mí: tanto es lo que te recuerdo… y lo que te he querido.

sábado, diciembre 15

Recuerdos de nunca conocerte

TODOS LOS RECUERDOS. Seré como el viento a tu alrededor dando la vuelta para que me sientas y estaré cuando la cuenta de las estrellas sea inexpugnable, para sonreír amable ante tu lenta y sospechada presencia. Seré como la luna que no ves cuando el sol te guía, mirándote escondida en el tal vez preciso de un beso liso e infantil de pasiones pretendidas tan inútiles de escondidas; la porfía de mis manos desdecirán los arcanos de besos presos en tu boca detenida en aquel tiempo y volveré a ser tuyo, en el arrullo de esa boca mía, cuando en el exceso de la distancia prolongada y temida: tú, así lo decidas. Pero no busques jamás en tu memoria aquellos besos porque allí no se han ido, no busques en la soledad los perdidos recuerdos porque allí no estarán, no imagines el amor que nos ha sucedido porque fue único y para siempre, tampoco imagines en tu vientre el mío suspendido porque tu instinto de mujer ha de contestarte que sobre el tuyo ha caído, irremediablemente. No recuerdes la pasión desatada en la tormenta de tenernos, con los ojos cerrados de tan abiertos, y no evoques el infierno aquel, de nuestra despedida, ese te lo debo: porque en la tramposa partida de la última cita me he llevado conmigo todos los recuerdos.

miércoles, noviembre 14

LA ULTIMA VEZ.

Te encontré. Desnuda el alma que arrinconó mi mirada contra tus ojos de ámbar cristalino y mis manos que no señalaban ningún destino. Fugaz el anhelo creció en mí como el viento imitado del invierno y algo triste y doloroso presentí como salido de este infierno: no eras la de antes, habías huido de mí, se cumplían así los antiguos designios. Hubo un diálogo de miradas imprecisas que preguntaban aún sabiendo la respuesta. La distancia no fue lo suficiente al olvido y tu silueta nítida se reflejó en el marco de una puerta. Así fue la última vez. No sé si habrá próxima. sólo se que el tiempo no ayuda a olvidar lo que ha sido. (La magia en casos de amores es inexperta.) Vestigios quedarán por siempre de la antigua identidad inesperada y recuperada en un juego infinito de caras que se suceden y son las mismas en el fortuito tiempo de todo o nada. Imagino lo peor: que volveré a encontrarte. Y otra vez será el rechazo quien me clave el puñal del desengaño y me desangre entre tus brazos sin que me abracen y no ser tu amante. Te encontré. Y te perdí al mismo tiempo. Es que acaso el hoy y el mañana se confunden en el antes?

lunes, agosto 27

Las cosas perdidas...

Qué de las cosas perdidas? .. La vida es tenue según se la mire, trágicos antepasados han decidido que viva y muera en esta patria, que aún no tiene nombre, que está en todos los hombres y se respira en el alba. Someteré a la calma de futuras reflexiones, las extrañas razones que me impulsan a escribir esta página. Qué de mi sangre?..mi sangre, toda ella escrita en mezquitas por parte de abuelos árabes, españoles e italianos, (por razones de carácter), con el itálico balbucear, (de boca y mano), de irreverencias sacrílegas que sonrojaban el rostro de mi pobre madre, siempre acostumbrada a escuchar en la mesa, harta de simplezas y manteles pobres, la inequívoca mención del santo nombre, envuelto en palabras descubiertas de infancia, que el repetir con constancia producían el raro efecto de alejarme del postre.... Qué de las cosas perdidas?.. un acento escondido a través del mar, el sueño de estar vivo sin siquiera haber nacido ni conocer el lugar, donde esperar con capricho, el raro entredicho de migrar a la tierra prometida, con la esperanza encendida de parir fuera del mal, los hijos fijos que somos nosotros, pudiendo ser otros pero eligiendo el vestal sin mármol y sin oficios, y eligieron este suelo, sin ver morir sus abuelos, con la humilde paga de un perfumado pañuelo que siempre ha tenido aroma de amor y sacrificio. El huron

sábado, mayo 5

Ensayo (borrar)

...apareciste una madrugada atrapándome en la vorágine de un sueño interminable y te vi emerger de mi propia fantasía como si hubieras estado dentro mío por mucho tiempo saliendo de las aguas de mi corazón y abriéndote paso con tu risa cristalina invadiendo las venas abiertas que contemplaban con estupor de enamorado aquella aparición del volcán de tu voz susurrando un pasado antiguo que renacía una y otra vez haciendo subir el calor de una adolescencia que creí perdida pero recuperada desde el ámbar somnoliento de unas frases sencillas que conmovieron los anaqueles de mis huesos hasta hacerme trastabillar de amor y de miedo a lo desconocido y de pronto lo supe: estaba infantil y perplejamente enamorado con la volcánica fuerza del sencillo y bello temporal que destruye a su paso lo que pudiera estar en pie todavía arrasando con los prejuicios de todo aquello que una vez creí olvidado amaneciéndome a los soles tempestivos de un canto de sirenas resonante en la proa de una nave a la deriva en el mar de mis angustias y de mis aniquilados miedos ahora asomando al alba de tu voz perfectamente grabada y entendida desde el centro mismo de la explosión de una palabra secreta y reconocida por ambos entonces comprendí que había estado muerto durante todo el tiempo anterior a tu voz y a tu sonrisa y que sólo ahora tenían algún sentido palabras escuchadas por siglos en mi mente fresca de sensaciones distintas y de temblores de rodillas y de juntar las manos en la esquina con ganas de llorar un llanto de niño miedoso porque tu no apareces y me estoy volviendo loco si no vienes ahora mismo y hasta creo poder morirme del dolor de que no estés conmigo con la rabia y la vergüenza de que luego llegues tarde como siempre y me encuentres muerto de amor y no te enteres porque ha sido y luego me beses y tampoco lo sepa andando sólo de tu piel de durazno húmedo en quien sabe que caminos perdidos extrañando los besos furtivos y las caricias secretas adivinando desde otros mundos donde te has ido para dejarte de nuevo una rosa en el lecho y sonreírme con tu rostro perplejo cuando comprendas que puedo seguir amándote aún después de haberme muerto...

Carruajes

Los antiguos carruajes del olvido dirán como al descuido cuando esté en el temido infierno, que nada es eterno, que nada está perdido y que el pecado causante de este mi destierro han sido sólo unos besos... o tal vez tu olvido. Ay de las sombras que nos separarán crueles, ay de los infieles besos que ya no muerden la boca, ay de esta loca pasión que aún me devora, ay de mi si me toca llorar porque te has ido y en la esquina he perdido mi corona de laureles... Ya no veré la barca de tu amor apostar a mi puerto, estaré tan muerto de dolor cuando alejado, se cierren para siempre los candados y no despierte de este sueño, cuando el diablo me quite para siempre y me duerma sin ser dueño de este amor equivocado... Amaré eternamente el cansado brillo de las noches de amor, amaré con el candor de la distancia inseparable, amare indomable aquel sabor del primer beso, y amaré en exceso esa costumbre de imaginarte en la lumbre y tal vez de extrañarte...

De perdonar se trata...

Cuando te oigo decir: “A veces no te entiendo”.. La fábula de la tristeza se apodera de mí Y una sonrisa baladí me recorre por dentro.. Entonces me comprendo. Será acaso el fracaso que intuyo siempre? Será que la curtiembre de mi piel no está al acecho? O es mi propia hiel de desaciertos que me deja en el desierto inacabado de mi propio lecho? Sé que soy distinto. Que el instinto de escribir siempre me traiciona... y que tus hormonas lejanas confunden mis sentidos, también sé que esta mañana, al levantarme, no pude acostumbrarme a saber que siempre soy el mismo. El que escribe, el que sueña, el que se adueña de tu amanecer y de mi ocaso. Perdóname, tal vez te canso, quizás no seas feliz teniéndome a tu lado, sólo compréndeme, en la distancia necesaria de soñarnos cada tanto, en el universo vasto de esta telaraña que inventamos juntos, déjame, si quieres, en mi entrecerrado mundo de glorias y fracasos, te sorprenderás si te digo que te extraño, a través de los años la frase repetida la mantengo, la aliento, la vivo y yo mismo la enciendo, no me hagas caso y tampoco te preocupes: a veces...yo tampoco me entiendo.

Es ahora o nunca

He buscado en vano en el ensombrecido sueño de las cosas las noches y los días, la razón poderosa y única, para sentirme un hombre. Un obstáculo inesperado incierto y distinto, cruza y crece dueño de mis pensamientos como una nube quebrada de lágrimas desgarrada de versos y tormentosos destinos. He cruzados los cielos de las pasiones sin que mis cabellos se moviesen un palmo de su sitio, impasibles como el hielo, impacientes como mi esperanza y como ella, presto al sacrificio. He cruzado el ancho valle de mis defectos y muy a mi pesar los he sopesado reconocidos como propios, como una agónica prolongación de mis afectos y mis odios, a veces. Con creces he pagado actos ciegos de impulsos que han hecho que en mi lecho me avergüence de llamarme hombre y de mi pobre pulso. He desgarrado el velo de la tristeza mirando al fondo de infinitas conciencias sin el parpadeo certero que logre afrentar mi existencia, impertérrito de flechas y de arqueros. He sido. Y volveré a ser. Pero quisiera llamarme EL HOMBRE así como suena, con fundada pena debo admitirlo: no lo soy. Ni lo seré hasta el momento en que la desconocida voz lo pronuncie. Esa hora en que se me anuncie la buscada condición y el perdón de las ofensas que batallan las conciencias con mística paciencia, entonces mi objetivo inalcanzable será alcanzado: entregaré mi cuerpo al develado misterio y sabré de mi vida: el resultado.

Tacones cercanos...

Cuentan que el hada tejía palabras de la nada al río ensimismado que la oía enamorado. Pero el príncipe fatal de despedidas cabalgaba, apuesto y opuesto, lejano de su alma y ensimismado. Tal vez un recuerdo encarcelado perseguía, las manos ocultas de nervios y de prisas, una esquina indemne de palabras al viento, un lamento triste después de tu partida, un pañuelo de recuerdos plenos y un boleto roto de lágrimas vertidas... Difícil el ensueño pobló su vigilia, la última ceniza acabó de despertarlo, miró aquel retrato como en una cornisa y supo que moriría si al despertar, no estaban los cabellos en la almohada repetida, temió por su vida si aquel sueño ingrato le decía que no la vería esta mañana y que no la besaría nunca más en ésta ni en otras vidas... Y el príncipe dijo: “Morirás en mis brazos para renacer en mi piel, volverás en el clavel de la sonrisa amante y despertarás a mi lado de deseos distante, cada vez que te acune con mis versos de miel. No pretendas mis sueños si despierto impreciso, si lo que tu boca hizo no te lo perdonaré más, no esperes que detrás de mis pasos, renazca el fénix de un abrazo que no te daré jamás.” Y el hada dijo: “Febril la noche acompasa mi vigilia, remedo con dudas la impaciencia de tenerte, sabré por fin al verte si tu quiero todavía? O tal vez la porfía de un amor partido me condene al olvido y los sinsabores? De querer tenerte conmigo y pretender vivir sin ti, o entre dos amores...” Después anduvieron la vida como una enorme sábana, con las manos ancladas detrás de algún adiós, tuvieron la voz angustiada de despedidas, tuvieron la vida subida a la garganta y la luz que espanta las horas vividas... Les hablaron entonces sus ojos al cómplice calor de un sueño ansiado, Les hablaron sus manos desde el propio costado donde la piel se renueva, le habló la primavera agazapada en las pupilas, con la clandestina apariencia de rostros humanos, y en el día les hablaran los ojos pero a la noche les hablaron las manos... ¿ Volverá a la vida la presencia perdida de besos y de encuentros, volverá ese tiempo de sonrisas escondidas y de cómplices miradas, o vendrá la distancia como un río desbordando sus cauces y tragará en sus fauces tu remordimiento... y mis huérfanas lágrimas...?

martes, octubre 3

ENTONCES NOSOTROS...

Tal vez no exista una sonrisa igual a la tuya cuando ríes, ni tal vez pretenda tus caricias comparar al día, pero no hay nada como tus ojos iluminarse cuando a sus párpados asoma la alegría. Entonces me inspiran las cosas que a veces no ves, me suena al revés el dolor de tu ausencia y tengo la paciencia de escribir otra vez, aquellos recuerdos de amor y de talvez que siempre esperan. Esperan los pimpollos que brotan inesperados del vientre de los sueños y se hacen dueños del amor y la vigilia, con la pasión desconocida que todo lo pregunta y que duerme trasunta en tu regazo, que al paso de los años nos dan el dolor y la alegría de la mano de sus pasos, todo eso que alguna vez, inesperada y silenciosamente la sabremos familia. Siempre escondida en la vasta tormenta, asume la afrenta su rol despiadado, pero enamorado a mi modo sospecho en tinieblas los sueños y el lodo, y salto a través del estrecho sueño de nuestros excesos y en el primer beso, radiante de encuentros, nos diremos contentos: el amor vence todo. El hurón

DE CUANDO NO ESTEMOS JUNTOS

Llevarás tú misma el estigma eterno del infierno ocurrente por haberme olvidado, yo mientras tanto seré condescendiente al recuerdo indemne de haberte besado y construiré mi vida a partir de tu olvido, con el simple tañido de la campana de tus pechos, que han obrado indecisos el milagro de dejarme maltrecho, no por esta suerte de vivir sin estar vivo sino porque cada noche me despierto más tonto y más enamorado y menos atrevido. Podríamos ser virtuales a la hora del beso, podríamos intentar desvanecernos impunes en el perfume reconquistado de nuestro silencio, pero no podríamos engañar a nuestras almas ocultándole a la piel el recuerdo de futuros encuentros... Quizás soñemos con un verso exacto de dulzura y tristezas, tal vez soñemos con la tibieza de contarnos la risa, o simplemente imaginemos la prisa de tus los ojos ávidos de vernos y nada más tenerlo pretender nuestras caricias... el huron

CIERRO MIS OJOS

Miro impotente el reloj aturdido de mis ojos, impaciente de enojos deshago la esquina con pasos vacilantes, la espera me obnubila hasta el instante en que tú llegas, despacio, pisando la tierra que se te ofrece sumisa y la cornisa de mis rodillas tiembla y vacila: hasta que corro a tu encuentro, como un niño que ha encontrado su juguete, con la arrogancia de la vida que ha vencido a la muerte... con la risa de tu risa que se parece a la mía. Solamente un beso espero de tu boca, pero con las ansias locas de palpitar tu regreso, tendrá que ser ese beso inmenso como tu alma, que me devuelva la calma inaudita de tu partida reciente. Me lo darás en la frente? Me lo darás en la boca? O se lo darás al aire que en mi corazón provoca, un remolino tierno cuando pasas y me rozas...? Tal vez tu recuerdo ensimismado me persiga, las manos ocultas de nervios y prisas, una esquina indemne de palabras al viento, quizá un lamento triste después de tu partida, un pañuelo de recuerdos pleno y un boleto roto de lágrimas vertidas... Llevarás tú misma el estigma eterno del infierno ocurrente por haberme olvidado, yo mientras tanto seré condescendiente al recuerdo indemne de haberte besado y construiré mi vida a partir de tu olvido, con el simple tañido de la campana de tus pechos, que han obrado indecisos el milagro de dejarme maltrecho, no por tu olvido, sino porque cada noche me despierto más tonto, más enamorado y menos atrevido. El Hurón

AUSENCIA

Desterraré al olvido la palabra “ausencia” y pondré la bandera empapada de la lluvia de nuestros abrazos, hecha jirones (eso sí) con las viejas canciones de nuestra nueva querencia y entonces, sin ningún motivo, te estrecharé en mis brazos para besarnos como niños, desnudos de pasiones e incondicionales de tenernos en una suerte de nueva vida construida con el llanto, la distancia y la paciencia... Desterraré al olvido la palabra “ausencia” amarrando las imágenes de amarillentas fotos, al carro triste de nuestras lágrimas que pasa cada día por mi puerta, lleno de la incongruencia fatal de haberte extrañado tanto tiempo, camino al abismo y lleno de la estúpida elemental indecencia de no haber sido felices y de no habernos amados como potros desbocados, pero a la vez vacío de lo soñado, es decir, de nosotros mismos... Desterraré al olvido la palabra “ausencia” cuando tú no lo percibas, con un golpe de magia y mientras estés dormida, seré el perfume de tus sábanas limpias y me haré viento en la entreabierta ventana, para imaginar tu expresión en la mañana soleada recordándome con una mueca de alegría y besándome los labios ladrones de besos clandestinos con el mismo repetido desatino y la misma porfía discontinua con que siempre me has besado... Desterraré al olvido la palabra “ausencia” y esta vez seremos felices de las pieles consentidas ya no habrá una partida sino miles de coincidencias tendremos un horizonte particular hacia donde dirigirnos y las veredas tendrán el color de los paisajes alegres que nosotros elegimos, trasmutados e indelebles desde nuestras nuevas conciencias, que grita que nada va a morir, que todo va a estar vivo: porque desterraré al olvido la palabra “ausencia”. El Hurón.

lunes, septiembre 4

Besos de miel...

CONOCERNOS. Imprecisa, indefinida, en el lejano fuego de ruegos de besos cercanos, el arcano entrevisto me ha provisto de la irónica porfía de tenerte y no tenerte a mi costado. Un imprevisto viento de primaveras y de aceras te trae, pero al extender mi mano cae la ilusión del abrazo y la caricia y entre sordas risas, el mismo viento que te acerca, me aleja y te lleva. Me abraso en la impaciencia ávido de fotos y palabras, y en cada puerta desentornada pienso: eres tú…Pero el trasluz de la tristeza tiñe mi cabeza de soledades blancas y la inexorable senectud de mis versos le gana a estas ganas, con el alud incontenible de madrugadas vacías de palabras. Imprecisa, indefinida, la esperanza fugaz también existe y se desviste tierna y semidormida, alargando la partida con el desvelado propósito de nunca irse sin haber llegado jamás hasta al borde desconocido de tu piel para saborear imaginados los besos de miel que nunca habremos de darnos. el Hurón.

Mujer: canta a la esperanza

No dejes que te envuelva la tristeza con su manto de amargura incontenible, cierra pronto las ventanas de tus ojos, no permitas que tus lágrimas se filtren, y lucha por quitar del ceño las espinas del enojo que te tornan desconocida e insensible. Abandona ese gesto de abandono que hace a tu risa un rictus y prueba: que aún eres fuerte en tu dolor supremo, que aún eres capaz de luchar sin tregua. Muéstrale al mundo que naciste fuerte, y saca energías de tu interior en sombras, lleva la luz del amanecer a tu sonrisa y a tus labios la palabra aquella...que siempre nombras. Levanta la vista, alza tus manos y resurge como el Fénix, de tu misma materia, que aún cuando no encuentres todo lo que buscas, piensa que no estás sola, que a alguien desesperas. No dejes que te envuelva la tristeza con su manto de amargura incontenible y triste, rescata de lo que eras, aquellos,tus mejores sueños y reconquista enérgica y por tu bien, la esencia sagrada de lo que siempre fuiste. el Hurón.

Yo soy aquel

Yo soy aquel causante de tus males nocturnos, el que arranca tus lagrimas de frío sin quererlo y que uno de estos días: te dirá que te quiere. Yo soy ese sujeto que parece no amarte y por ti muere. El que rara vez una caricia dejo olvidada al pasar y de quien su perfume tu almohada bebe. Yo soy aquel causante de tus males nocturnos, quien con un vuelo rasante de pájaro asustado se posa en tu balcón, y a ninguno abres tan de prisa la reja tardía del temprano corazón. El que con una mirada vence tu enojo y tus caprichos, quien no te ha dicho aún: cuanto te quiere. El que muere por llamarte donde estés en voz baja y de tus propios labios. Yo soy aquel causante de tus males nocturnos, que vendrá una noche y para siempre a quedarse contigo, para aumentar tu llanto ahora de alegría, el que uno de estos días te dirá te quiero y entero corazón y alma dejara en la porfía de tomar tus manos. Yo soy aquel causante de tus males nocturnos, que vendrá a tu lecho de rosas sumergido y fijo, una noche de estas, para soñar junto a tu boca sus propios hijos. el Hurón.

Quédate conmigo

Quédate conmigo siempre, no te separes de mi corazón que vive de la prolongación de la alegría de tus latidos, sostiéneme toda la vida con tu mirada, tu risa, tu perfume de jazmín que trepa impenitente al balcón de mis días. Quédate conmigo siempre, como el mar acompaña las olas hasta la playa y luego las retiene en su seno, para seguir amándolas en un juego de siglos, como tú lo haces conmigo. Quédate conmigo siempre, como el perfume de las flores, desde que nacen hasta que mueren, sin abandonarlas nunca, rodeando con sus brazos de néctar la mustia y gris rutina de albas y atardeceres. Quédate conmigo siempre, no vuelvas a irte de mi lado y atormentes mi esperanza ilusionada con despedidas prolongadas, transfórmate en el mar y la flor: y serás el amor que esperaba, etéreo y cautivo, golpeando a mi ventana.

viernes, junio 9

Saldré de mí ahora mismo...

Saldré de mi ahora mismo, cruzare el abismo tortuoso de mi limitado lecho, para depositar en tu pecho mis endechas hechas del amor, impreciso y errante, con la constante preocupación de la desazón infante que me otorga esta pasión y el derecho de ser: tu amante. En los viejos papeles buscaré aquellos sueños que creí perdidos para siempre, cuando la temprana rosa estampaba la vigilia adolescente de impenitentes sueños y éramos los felices dueños del mundo y del amor, entre otras cosas... Leeremos entonces, los dispersos recuerdos de nombres inconclusos e inconfesos, los mismos besos robados en siestas de santas calmas, el alma irremediablemente suelta y alerta de otros pasos, los furtivos abrazos y los esquivos ojos con antojos de lo presagiado, de lo que vendrá, mágico e incierto, oculto en tus pechos y severamente condenado a nacer desde mi lecho: arrebol enamorado.

sábado, junio 3

DESPEDIDA

No podrán con mis recuerdos los fantasmas de tus cosas idas, saltarás por sobre los muros de las tristezas embebidas de antiguos llantos que te hacen tanto mal, y quedarán detrás de la sal de futuras despedidas. Pero, amiga mía, luego de estos versos tu mañana es distinto: lo habitarán tus instintos y toda tu alegría, en la loca porfía de este amor converso. Extrañaré la ausencia de tus risas cómplices aún sin verlas, imaginaré las perlas de tu sonrisa compartida con tristezas, bajaré la cabeza un momento y un mudo lamento me subirá de las venas... cuando en mi última cena soplará tu brisa. Extrañaremos siempre el abrazo bebido y debido de otros tiempos, otras noches y otros días, viviremos los recuerdos de pasadas alegrías al compás eterno de una eterna despedida, acompasando las manos y las lágrimas dispuestas al irreconocible olvido que me sorprende con el humo indescriptible de estar vivo extrañando la suave duna de tu piel dormida. Eres en mi día la noche de ausencias, eres la presencia de la inmensa vastedad intensa que alimenta mi fantasía, eres la porfía de pretender quererte aún en la inconsciencia de sin tenerte o tal vez de pretenderte mejorando soñarte y amarte, con la leve incandescencia de tu mirada que sienten los antojos esclavos de esta ventana al dejarte... Quizás la alta noche con sus ruegos y su espanto, borre mi canto trocándolos en lágrimas, como la pálida caricia que me intento al saber que invento por momentos la esperanza en tus cerrojos soñando despertar a tu lado una mañana mirándome en tus ojos... Entonces extrañaremos principalmente aquello que no hemos vivido, rescataremos al futuro de futuros olvidos una mano tendida y una despedida asida de lágrimas no vertidas, una combinación exacta de recuerdos y de olvidos porque fuimos tal vez las islas de un mar desconocido, fuimos el olvido de un sueño impertinente, fuimos la simiente de lo que aún no ha sido pero sobre todas las cosas: fuimos para ser y seremos para siempre los sentidos intactos del beso por doquier.

domingo, abril 30

verso 61

Podrás ser otra pero nunca inasequible, al posible fantasma del olvido que aterra, a la duda que aterra al misterio invisible y al indivisible celo que tus besos encierran. Podrás ser otra pero en esta vida y en esta tierra, serás única, de caricias inventadas y de amores posibles. Has hecho que mi sangre no circule en el lugar debido, has llamado al descuido de dejar en el olvido mis proyectos de antes, has puesto delante de mis ojos el antojo de tus besos y has puesto en la ventana del regreso: mis deseos de amarte... Rodaremos esa alfombra convertidos en una sombra que devora a besos el embeleso mágico que olvida lo trágico del tiempo anterior al amor de haber nacido, sabrá Cupido su tarea cumplida y aunque existan despedidas, será el regreso lo que dará aliento a la espera tramposa de abrazos prometidos Si sientes esta noche tu ventana batirse, si al irse el sueño te desvelas de amores, rinde mi sutil silencioso homenaje a las flores de tus pechos que en un batir de alas deshecho de rubor, trae a tu ventana el amor que he prometido y no des al olvido el verso que soñamos los dos una noche de teclados avarientos con la inocencia precoz del lecho conocido. ------yg------------

martes, marzo 21

Perfume de mujer...

Un sueño irreal, cruzo la mística noche de palabras sueltas curiosa señal entreví en el llamado a mi adormecida puerta y adiviné en el instintivo ademán de hacerte pasar que tu eras aquella. En vano lucharon el corazón y el deber (de hecho, nunca supe quién ganó la batalla) de sólo saber que habías entrado solo por ver mis febriles manos escribir tu nombre, me hizo otro hombre, ni mejor ni peor, y descifré los arcanos lentos de un compartido amanecer. No nos respondimos nada, no nos exigimos preguntas, recorrimos ávidos la intimidad velada y ya nada pudo contra el deseo y el amor, la irrepetible y trasunta vanagloria quedó en el olvido y como al descuido, instalamos en la alta noche un noche para acunar el dolor. Las marcas indelebles que establecen el cariño nos hicieron niños y como tal he sido feliz, el negro deslizado en tu vestido de novia convocó a la parodia de un sueño baladí: así te recuerdo, fatalmente loco y enamoradamente cuerdo entrando por la puerta de pasión que nos desune, con lágrimas y vestida con dos gotas de perfume, sólo para mí.

Sólo un espejo.

Voy por la vida como un espejo y soy solamente un hombre. Nada más que eso. En mí depositó alguien que desconozco, bajo este cielo infinito de sueños, su legado de caricias divinas. Mi humilde mente, humildemente, no alcanza a penetrar los misterios de la noche que me rodean con sus voces en mi senda, entonces, me apasiono y lloro por todos nosotros y río alegremente por los que vendrán a continuar la leyenda. El calendario perpetuo de oros y días tendrá, bajo la luz de un pensamiento divino, una poderosa razón de ser dentro mío y alcanzaré algún día, el final inalcanzable de este camino: quizás aún así no me sean reveladas las causas por las que existo. Soy sólo un espejo. Mis actos ya han sido ejecutados en las anteriores noches de los tiempos por otras manos con distintos sueños, tal vez, con mejor fortuna, con otros convencimientos. Dentro mío, vive el pasado con fuerza por derecho propio y se agazapa el futuro que no alcanzo a comprender con sus duros interrogantes que aterran. No me ha sido otorgado el derecho de saber o conocer, he sido limitado, estoicamente, al acto de la fe: en mí y en los demás. Buscaré en mis propias huellas el camino de mañana avanzando a ciegas, buscando no se que cosa en esta telaraña. Soy la vida, soy un espejo, soy nada.

jueves, febrero 9

LLUVIA DE NOSOTROS

Ustedes no lo saben, pero en mi pueblo: llueve. Los míos duermen preparando el mañana. El lugar de mi cama, compuesto y vacío, se siente leve en el albedrío de mi espacio corporal. Y me llega el frío de la lluvia de noviembre, siento la curtiembre de mi piel temblar en el ansia de besar lo que mi mente sueña y decido dormir. Al fin y al cabo, mañana debo trabajar... quien sabe lo que a tus sábanas le haría este pobre poeta, discutir tal vez, una porfía desvelada, o tal vez la nada, de mis pobres letras o quizás la terca decisión de alcanzar la madrugada en sueños de besos y caricias entre tanta distancia... Deja que la lluvia llore el amor perdido de tormentas pasadas, de la nada inventaré una cascada de risas y caricias, en la brisa vendrán los soles que tanto necesitas, tornare mi cintura tu refugio necesario y no habrá diccionario capaz de encontrar palabras, para decir lo que te amo... Entonces alborotarás mis ojos con tu sola presencia, desbaratarás de ausencia mis antojos de tristeza y en la noche que empieza, pondrás telón de besos al embeleso mágico de mirarte enamorado cuando duermas...

MI PROPIA MUERTE

Me pregunto donde andará mi muerte en este momento con su rutinaria suerte, posponiendo el viaje de golpear en mis cerradas ventanas que verán sorprendidas el bagaje de su fuerte voz, llamándome por mi nombre para cargar mi equipaje. Quizá mañana, en mi puerta se presente, pálida y angelical de besos reconstruidos, tal vez no la vea, tal vez me haya ido, tal vez mis sentidos huelan su presencia y entonces muera, tal vez no del todo, le pediré un momento para dejar estos versos a mis amigos, para no llevar conmigo esta fatídica herencia de papeles y letras, con el infantil y caprichoso pretexto de eternizar mi ausencia... Tendrán entonces mis letras que llevarán mi alma hasta sus manos adonde el arcano superfluo desvanecerá el misterio de mis pasos y sabré que existo, camino al cementerio por la simple torpeza de haberlos escrito. El infinito tiempo de no vernos se hará un segundo y el murmullo juntara en un abrazo el profundo valor de la amistad, apreciado y místico. Ahora, que sus sonrisas caben en mis ojos, les confesaré un antojo: que un momento los tengan a su lado, que los enojos destierren al intimo infierno de sus labios con la porfía inaudita de leerlos. Sean felices (pueden todavía), olviden sus malas noches y esperen sin reproches la mañana que borre las tristezas que dan paso a la inesperada y acaso buscada alegría. Yo, desde donde esté, alimentaré la rebeldía de seguir escribiendo, para que el ocaso de mis pasos aclare los trazos de mis pobres versos, y borraré de un plumazo la tristeza de no verlos.

ESTA LLUVIA (fragmento)

Como el mar de ancho es el silencio encantado de esta lluvia implacable y extrañado, como un sable que gotea el cáliz que aun no hemos perdido. Así mi sangre aún te llama en cada sábana, cuando solo y tendido, te llamo entre lagrimas porque se que me has perdido... Esta lluvia de mayo ha renovado a pesar de mis sueños, los dueños de las noches plagadas de esos versos, y me antojo un fantoche que desespera y habla, tal vez a la luna, quizás a la nada, cuando sólo me encuentro, como una plegaria que inútil resucita haciendo derroche, lastimoso y triste, de aquellas palabras que le llegan como esta lluvia: sutil y solitaria... porque se me hace la nada saber que existes pero no existo si tú no me acompañas... no he podido hilvanar una poesía que me sirva de consuelo, triste y en el desvelo, discontinuo de una vida errante, he sufrido el alegre y continuo desplante de aquella que se ha robado mis noches y estos besos...

COLOR DE LUNA LLENA

Ha llegado la noche y trajo en su manto caricias de amor, instalando cautelosa y cómplice el retrato de miradas entre vos y yo. Con instinto de mujer recorres mi cuerpo de hombre hasta que las sombras invaden tu rostro, entonces tus manos atraviesan con temblor de estrellas mis ojos y mi boca, besando en ese encuentro y hacia el fondo húmedo de esta loca pasión, hasta mi propio nombre. Entonces: estarás ahí. Serás la rosa del color de la luna llena que ilumina mi alma fluida que brusca escapa de mi cuerpo enamorado y busca soñadora e impetuosa la delicada prosa hasta hacerla transparente en tus venas. Se enraizará mi boca en tus palabras y me oirás decir que los sueños se terminan pero tu no escucharás más que mi latir. Sonarán campanas lejos, muy lejos de nosotros más allá de la misteriosa noche, que acudirá sorprendida a mirar nuestro encuentro, asomando su rubor de feliz melancolía desde la ventana ancha del horizonte. Y cuando el alba despunte caricias sobre los dormidos campos, nos separaremos besándonos con los ojos, soñándonos con las manos, será un Hasta Siempre que flotará en el aire ? o tal vez un Hasta Mañana ?, que mentiremos después con la bondad impía de aquellos sueños que mentiremos después en los recuerdos que lavarán las lagrimas.

ESA MUJER DESCONOCIDA...

Lánguida sonrisa de caricias envueltas en billetes sin sonido, impávido sentido de tu piel revuelta a mi contacto, al rebajado trato de tenerte conmigo y poder abrazarte y contarte al oído aquello que nadie puede escucharme, en la noche que amanece y se crece dulce y tranquila, por aquellos billetes dormirás con mis sueños en fila...sintiéndome tu amigo. Escucharé repentinos besos de madrugadas terminadas en adioses lentos que no repiten el sueño, esa cosa prostituta de vernos y no vernos, tal vez un silencio, una caricia adosada a la mejilla desacostumbrada y después, la frágil semilla que no dará la flor por distintos miedos....porque infinitos y distintos tiempos se suceden entre nosotros: ay!...el potro desbocado del silencio galopa su costumbre eterna en la terca irrealidad ceñida al descontento. Intento verte y no lo logro, el ogro de mis ojos todo lo ciega esta mañana y una lagrima a modo de consuelo intento, vana, pero aun así, te extraño y me desespero: de ver en tu cara la cara de una repetida mujer tan mía y tan lejana...de metálicos intentos.

sábado, enero 28

AMORES NOCTURNOS

Como cada noche,

te irás con las primeras luces del alba

a tu morada en sombras, vendrás a curar mi alma

de una enfermedad que desconoces

y que en porfiadas lágrimas te nombra.

Pero tú no me comprendes,

tan sólo te pido

que me ames y no me tengas preso

ni tampoco mis besos reduzcas al olvido.

Has sido

mi amante por largas noches de ensueños

y en desbordes, te he nombrado

en extraños reproches anhelantes

de otras vidas

sin que me hayas escuchado.

En infantil indecisión se me ha ocurrido

desenamorarme y dejarte,

para verte suplicante de mi pasión

el regreso y poner mis condiciones:

pero me ha asaltado el miedo.

Miedo a que no te importe,

miedo que me abandones

y que sea mío el llanto cuando tú te hayas ido.

Como cada noche,

te irás con las primeras luces del alba

a tu morada en sombras y ninguna,

ninguna otra ocupará mis sentidos

ni tendré la calma hasta que asomes,

desterrando al olvido

y majestuosa de plata,

mi novia luna.

lunes, noviembre 14

Bienvenidos a mi mundo de letras...

A mis sufridos lectores: A instancias de aquellos quienes se toman la incomodidad que presupone la lectura de mis versos y que trabajosamente acumulan muchos de ellos, prescindiendo de su pobreza literaria, he decidido (al fin), brindar a mis garabatos su última morada. Aqui descansará mi inventiva y mi prosa. Podrán visitarla y recorrer sus laberintos gramaticales, jurando, tal vez, nunca más pisar estas páginas. Lo entenderé perfectamente. Un abrazo y suerte !!!